Es irónico como se lanzan comerciales que a tan sólo once meses de concluir el mandato del Gobierno Aprista, quiere mostrar un nuevo rostro, “Mano dura” dice el Gobierno Apra- Fujimorista contra los criminales terroristas, desacatando a la corte internacional que emite un fallo de reparación civil para las personas involucradas en la guerra interna y cuyos derechos el gobierno violó, pues no olvidemos los famosos jueces sin rostro y las ejecuciones extrajudiciales que se realizaron por el Gobierno Fujimorista sin demostrar y sin siquiera haber comprobado muchas veces si realmente eran o no terroristas o si participaron de alguna forma en un levantamiento armado o colaboraron de otra manera; es necesario, además, recordar que hasta los terroristas están sujetos a ley y el estado como ente garantizador debe hacer respetar los derechos para todos.
Pero, cual es la intensión de este mensaje que hoy sale por los medios de comunicación, el gobierno de Alan García y su mafia congresal quiere mostrar y demostrar mano dura con los criminales de lesa humanidad; “pero, para cuales”, sólo a los que se mantuvieron en las selvas y en las punas ahí donde casi nunca llegó las leyes, ni los organismos del estado, que sólo se presentaron para ganar votos y como aves rapaces se lanzan para sangrar sus tierras por sus minerales y sus hidrocarburos, vale decir que sólo para los que no estén con la estrella, porque para esos que visten con saco y corbata, para esos que violaron los derechos de los peruanos, IMPUNIDAD desde Palacio de Gobierno.
Alan, lanza su ofensiva contra los que están derrotados e inexistentes, contra fantasmas que ya nadie ve ni como fuerza política ni como brazo armado, porque sendero es un enemigo que ya no existe, así lo establece los Servicios de Inteligencias, y los que cumplieron su condena hoy se reintegran a una sociedad que no los comprende y los rechaza y ni el Estado busca poner fin a este conflicto y no cumple su rol de buscar reinsertarlos al Estado y a la vida democrática de un país que aún es ancho y ajeno, pero que no quiere volver a desangrarse nunca más.
La Tragedia, esta clara para todos los peruanos y aún para los que vivieron en medio de dos fuegos, uno producto de sendero y su errada táctica sectaria y sus vicios dogmáticos y otro producto de unas fuerzas armadas que utilizó también estrategias similares y hasta a veces peores que las de los mismos terroristas que decían combatir. Ambos grupos decían pelear por la verdadera democracia, por los peruanos que eran extranjeros en su propia tierra y en contra de la exclusión, que era el pan de cada día, el resultado fue terrible, una guerra civil interna, cuyos más grandes victimados eran, el pueblo que vivía en un estado de permanente violencia e inseguridad, frustrados para ir a sus clases en el colegio, a la universidad, a su trabajo, tenían miedo de su vecino, del profesor, del médico, del policía, del soldado, del juez, de su presidente, hasta del chiclero; todos envueltos en un conflicto que no parecía acabar y cuyo único credo era la sangre.
Pero acabó y después de una sangrienta lucha por recuperar la democracia en manos de la dictadura Fujimorista, se busco cerrar las heridas; con el gobierno de transición de Valentín Paniagua se formo la Comisión de la Verdad y Reconciliación -Una Comisión tan duramente criticada por sectores que no quieren que la verdad se sepa- un informe que busco los testimonios de cientos de peruanos víctimas de las bajezas de ambos bandos, encontrándose responsabilidad tanto en filas de sendero como en las filas de nuestras fuerzas armadas, pero lejos de seguir las recomendaciones de la CVR, los gobiernos de Alejandro Toledo y de Alan García prefirió, negociar con los sectores mas reaccionarios y represivos del poder nefasto de las esferas castrenses, para de esa manera, Alan aseguraría su mandato y tendría toda la fuerza represiva para arremeter contra el pueblo peruano que fuera en contra de los intereses de las grandes transnacionales que lo habían puesto en el poder.
Impunidad y más impunidad no sólo en sus discursos sino en su accionar, la CVR encontró responsabilidad en mandos militares que dieron las órdenes de ejecuciones -asesinatos a sangre fría- sin ningún proceso o prueba, todo bajo el supuesto, se realizaron torturas y violaciones a estudiantes y campesinos, todo bajo el supuesto, sólo porque un terruco se detenía a pedirte un vaso de agua o te alcanzaba un volante o era tu compañero de faena o de clase, muchas veces las personas que no sabían nada de nada eran ya por eso para los paramilitares, colaboradores terroristas, esa fue la maldita táctica montesinista de la Cantuta y Barrios Altos.
Por otro lado, tenemos la verdad que se quiere ocultar, se elaboran decretos legislativos como el 1097, que otorga impunidad a los militares sospechosos de torturar, asesinar y descuartizar; este decreto desconoce la Convención sobre la “imprescriptibilidad” de los crímenes de lesa Humanidad (ONU), según la cual los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles cualquiera sea la fecha de su perpetración, ahí el gobierno no pone mano dura y no lo menciona, ahí no hay comerciales ni spots publicitarios. El Anuncio es claro y vergonzoso mano dura para quienes ni siquiera tuvieron un juicio justo por jueces que no tenían rostro y en plena dictadura donde el derecho no existía, y para los que recién después de la caída del régimen dictatorial se les abrió proceso y en democracia se les investiga para ellos, NO hay mano dura, más bien una mano amiga, una sonrisa aprista que convive con el fujimorismo.
No debemos olvidar quienes son los lobos, que se esconden en medio de las ovejas.
No más violaciones de derechos humanos.
Mano dura para los SENDERISTAS Y MILITARES ASESINOS Y CRIMINALES DE LESA HUMANIDAD, que desangraron a nuestro pueblo, reapertura para los cientos de casos acusados de terrorismo y que no tuvieron un juicio justo.
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